De nuevo frente a las letras, mis únicas compañeras para platicar, las fotos observan, pero creo que ahora no quieren afligirse más, ahora se ríen sin mirarme directamente. Me detengo al igual que mi destino, frente a mis deseos apagados, apagados desde la raíz, se acabó mi platica de fines, mi no sueño, mi prisa y necesidad de fines, mi respiro ahora se acostumbrará nuevamente a lo ya antes caminado, mi defensa se acabó, mi saliva, mis ganas, mi espacio, mis remontes se disuelven hoy, ahora escribo con letras, con las mismas desordenadas que me llevaron al menor nivel, ahí donde lo escondido se tragaba...
Me senté a platicar de lo deseado, de lo necesario, de la gran guerra del todo y nada, de la soledad nocturna, de la soledad del alma, del paso diario y del sonido mudo, no quedé en nada, no solucionamos nada; no al pensamiento débil, ni al alma-escudo, no al rápido tiempo, ni al pensamiento errado, no...no será igual, el tiempo no será igual, ni las miradas, ni las torturas, ni la música, ni los pasos, ni los libros, ni los regaños, ni los alientos, ni los desencadenados dolores, ya ni quiero que sea igual mi respiro, ya no quiero levantar el cuerpo una vez más, ya cerrado el mundo a mi respiro, tus letras externas no me describirán, ya que mi respiro se guarde, y ya guardado, y ya acabado, mejor me muero ya...
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