Puede ser una noche, o en la mañana, una tarde, una madrugada, cuando estiran su cuerpo y se acomodan para recibir el pequeño punto de vida en su vientre, para mantenerlo, llevarlo, cuidarlo, crecerlo, traerlo, aterrizarlo al mundo, benditas ellas por su paciencia y místico amor compartido, por su orden y recato al mirar, por su no desperdicio de corazón, por su hilo listo para ayudar, por coser lágrimas con palabras, por su amable mirada y su enriquecedora sonrisa, por el amor desbordado, por su desvelado rezo, por la entrega total, por los pasos dados de la mano, por los besos apasionados, por las tristezas efímeras, por el reconfortante abrazo, por la grandeza de existir a sus lados, por ser hijo, por ser hermano, por ser tío, por ser novio, por ser amigo, por ser un hombre rodeado de mujeres, benditas ellas que nos crearon, por eso nos conocen tanto, benditas mujeres, benditas...
Wednesday, March 08, 2006
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